domingo, 28 de agosto de 2011

revoloteando

como una mariposa iba y venía. se posaba en esta conversación, olisqueaba la amistad más antigua, recogía el polen de un encuentro, y así, entre flor y flor, su encanto, y con él su vida, volaban, dejando tras de sí la huella de un aleteo frágil y apenas colorido; en cualquier caso, ya olvidado.

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